martes, 26 de noviembre de 2013

26 de noviembre 2013: una tarde libre!

Por fín he tenido un buen día en Agadir... ya era hora!

Nada más despertarme, de camino al restaurante a desayunar, me han dicho que me iba a abrir una cuenta en el banco marroquí. Eso es una buena noticia, porque me pagarán todo el dinero junto cada mes y no tendré problemas para mandarlo a España.
Cómo íbamos cuatro personas la cosa se ha alargado y casi he vuelto a las once y media de la mañana, hora de comer para los peques, y por lo tanto para mí. Hoy tenía la tarde libre, así que después de comer solo quedaba pasar un ratito en el baby club mientras los niños duermen, hasta las dos y cuarto y ya podía marcharme.
La hora de la siesta es genial. Todos los días me acompaña El Zahir, un libro de Paulo Coelho que a ratos parece estar definiendo un episodio actual en mi vida. Es un momento para mí, sin voces ni gritos, sólo se escucha alguna gaviota y el constante susurro de las olas erosionando la arena.

Por la tarde he ido al souk de nuevo, esta vez con dos personas muy bonitas, Eva, de España y Laila, compañera del baby club. 
Hemos pasado una tarde recorriendo las infinitas calles con infinitos puestos que se extienden en todas las direcciones. En uno de los puestos he comprado aceite de argán sin filtrar que hace una familia en su  casa y té bereber con menta para mis desayunos, de regalo, nos han dado un pintalabios natural, una especie de piedra que se moja con el dedo y la aplicas. 
Después de vueltas y vueltas, hemos salido de noche Eva y yo solas y antes de coger un taxi he aprovechado para comer una mazorca de maíz. Otra vez... ¡cómo me recuerda a India! los puestos de comida en la calle, los olores, el agua hirviendo con las mazorcas dentro, las brasas... Ha sido un puro instinto nostálgico que he disfrutado de camino al hotel. ¡Qué rica!

Y... de nuevo de vuelta.

Hoy el tema de la noche era años 70 y debíamos vestirnos como tal. Genial. Hoy era mi día para disfrutar y aunque todo el mundo se ha disfrazado, hoy he podido ser yo misma. Vestido, trenzas, kajal y sandalias. Que agusto he salido de mi habitación. 
Después de cenar, todo el teatrillo. Crazy signs (bailes coreografiados en la disco), espectáculo, de nuevo crazy signs, y se acabó por hoy para mí. 

Ahora estoy en la cama, con ganas de leer y descansar. Mañana será un nuevo día que traerá nuevas experiencias que asimilar y entender.

Espero tener un ratito como éste para seguir poniendo en palabras mis emociones y pensamientos. Gracias por estar ahí.

Eva, yo y Laila en la tienda de las especias

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