Dualidad.
Después de tres semanas entre luz y oscuridad, momentos buenos y malos, aceptación y rechazo, me doy cuenta de que incluso en el equilibrio nos balanceamos. Siempre encontramos situaciones que nos enseñan aunque su mensaje esté oculto entre lágrimas y tristeza, odio y frustración; miedo.
Hoy soy consciente de ello. ¿Por qué?
He vivido muchos momentos en los últimos días, algunos de ellos me empujan a salir de aquí, a seguir otro camino. Otros me aportan ilusión, ganas de seguir aprendiendo.
Antes me pasaba un día entero en la oscuridad; ahora es alternativo; lo agradable precede al malestar y viceversa; la alegría a la tristeza; la ilusión por lo nuevo al abandono inmediato. ¿Estaré encontrando un ritmo natural y aceptándolo?
Empieza una nueva semana en Agadir con nuevos clientes. Empiezan a llegar más niños, más padres, más parejas. Empieza la temporada alta en el club med y por ello voy a tener menos tiempo, pero ahora ya se como aprovecharlo.
Hoy he pedido hacer un espectáculo. Tengo ganas de bailar y esta es una manera de entretenerme aquí, una nueva experiencia.
He aprovechado mi pequeño rato libre por la tarde para acercarme al souk. Ya se como y donde comprar. Encuentro mucha ropa de segunda mano en buen estado, lavada y bien cuidada por 50 céntimos y un euro. Me gusta comprar allí y sobretodo en los puestos de la calle, dónde se amontonan las mujeres para rebuscar entre montañas de telas, pañuelos, camisas o zapatos.
A veces pienso muy fuerte en cada uno de vosotros, los que me leéis y no me leéis. Echo de menos un abrazo, un té, una noche en algún bar mientras hablamos, reirnos, mirarnos y encontrar un cómplice en la mirada. No sé en que momento volveré físicamente, pero estoy allí en esencia.
Buenas noches desde Agadir.
Después de tres semanas entre luz y oscuridad, momentos buenos y malos, aceptación y rechazo, me doy cuenta de que incluso en el equilibrio nos balanceamos. Siempre encontramos situaciones que nos enseñan aunque su mensaje esté oculto entre lágrimas y tristeza, odio y frustración; miedo.
Hoy soy consciente de ello. ¿Por qué?
He vivido muchos momentos en los últimos días, algunos de ellos me empujan a salir de aquí, a seguir otro camino. Otros me aportan ilusión, ganas de seguir aprendiendo.
Antes me pasaba un día entero en la oscuridad; ahora es alternativo; lo agradable precede al malestar y viceversa; la alegría a la tristeza; la ilusión por lo nuevo al abandono inmediato. ¿Estaré encontrando un ritmo natural y aceptándolo?
Empieza una nueva semana en Agadir con nuevos clientes. Empiezan a llegar más niños, más padres, más parejas. Empieza la temporada alta en el club med y por ello voy a tener menos tiempo, pero ahora ya se como aprovecharlo.
Hoy he pedido hacer un espectáculo. Tengo ganas de bailar y esta es una manera de entretenerme aquí, una nueva experiencia.
He aprovechado mi pequeño rato libre por la tarde para acercarme al souk. Ya se como y donde comprar. Encuentro mucha ropa de segunda mano en buen estado, lavada y bien cuidada por 50 céntimos y un euro. Me gusta comprar allí y sobretodo en los puestos de la calle, dónde se amontonan las mujeres para rebuscar entre montañas de telas, pañuelos, camisas o zapatos.
A veces pienso muy fuerte en cada uno de vosotros, los que me leéis y no me leéis. Echo de menos un abrazo, un té, una noche en algún bar mientras hablamos, reirnos, mirarnos y encontrar un cómplice en la mirada. No sé en que momento volveré físicamente, pero estoy allí en esencia.
Buenas noches desde Agadir.
Una de mi misma, por si me echais de menos ;) |